UN
NIÑO A los nueve años, Juanito, perdió a sus padres y al quedar huérfano, no
quiso regresar a la escuela de la Población Modelo.
Nunca más se supo de él, y su
hogar fueron las orillas del río Mapocho. Pasaron los años y en diciembre de
1958, su profesora lo encontró en la calle Santo Domingo, sucio y andrajoso, y
ella con su esposo, lo convencieron que se fuera a vivir con ellos.
Le
compraron algo de ropa y se fueron juntos al que sería su nuevo hogar. Todos
fueron a la playa. Pero al volver, ansiosa lo esperaba la calle...
Gioconda
Salazar Lagunas
Foto: Sergio Larraín, 1963
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